CONOCIMIENTO Y ENSENANZA-
ISRAEL SHEFFLER.
México: UNAM, 1973, pp. 19-42.
Términos
cognoscitivos y educativos relacionados
¿Cómo se relacionan
los términos cognoscitivos conocer y creer con los términos educativos aprender
y enseñar?
La cuestión no es tan simple como puede parecer a primera vista, y
al considerarla en esta sección introduciremos algunos puntos de importancia en
el curso de nuestras discusiones.
Como resultado de la
consideración de ciertos casos simples, podríamos suponer que aprender que
implica conocer o saber qué. Si por ejemplo un estudiante ha aprendido que
Boston es la capital de Massachusetts, diríamos normalmente que ha llegado a
conocer que Boston es la capital de Massachusetts. Sin embargo, no podemos
generalizar, a partir de estos casos, que siempre que una persona X haya
aprendido que Q, ha llegado a conocer que Q.Consideremos a un estudiante de una
´época o cultura distante, en la que la enfermedad se atribuía a la acción de espíritus
malignos. Este estudiante puede haber aprendido de sus maestros que la
enfermedad es causada por esp´ıritus malignos, pero nosotros no estaríamos
dispuestos a describirlo como alguien que ha llegado a conocer que la causa de
la enfermedad son los esp´ıritus malignos. Ciertamente ´el puede haber estado
perfectamente dispuesto a decir “Yo sé que los espíritus malignos causan la
enfermedad”, pero, no obstante, nosotros no desearíamos describirlo como
alguien que ha llegado a conocer que los esp´ıritus malignos realmente causan
la enfermedad. Para nosotros decir que alguien conoce que tal y cual es el caso
es, generalmente, comprometernos a la afirmación implícita de que tal y cual es
el caso. Al negarnos a comprometernos en esta forma, evitamos por consiguiente
atribuir conocimiento, aun cuando todavía podríamos atribuir creencia. En el
presente caso negaremos que el estudiante en cuestión haya llegado a conocer
que los esp´ıritus malignos son causa de la enfermedad, pero podemos
describirlo sin riesgo como alguien que ha llegado a creer que los esp´ıritus
malignos causan la enfermedad, ya que si le atribuimos la creencia no nos
comprometemos con esa afirmaci´on. En cambio, como en nuestro primer ejemplo
estábamos perfectamente dispuestos a aceptar que Boston es la capital de
Massachusetts, el atribuir conocimiento al estudiante no nos comprometía con
una afirmaci´on implícita que quisiéramos rechazar.
Esto nos lleva a
establecer un contraste entre aprender que y conocer que de la siguiente
manera: decir que alguien ha llegado a conocer que Q nos compromete
generalmente con la afirmaci´on representada por “Q”. Por ejemplo, si decimos de
un estudiante que ha llegado a conocer que Cornwallis se rindió en Yorktown,
nos comprometemos con la afirmaci´on, “Cornwallis se rindió en Yorktown”. Decir
que alguien ha aprendido que Q no nos compromete en general, estamos limitados
solo a la afirmaci´on de que ´el ha llegado a creer que Q.1
Desde luego, existen
algunos usos de aprender que , de hecho, nos comprometen de la manera que hemos
examinado. Consideremos, por ejemplo: “Después de minuciosas investigaciones,
los reporteros se enteraron de que, semanas antes de que el acuerdo se
anunciara públicamente, se habían llevado a cabo negociaciones secretas.” La
fuerza de “se enteraron de que” en este enunciado se aproxima a la de “se
encontraron con que” o “descubrieron que”, que nos significan un fuerte
compromiso. Podemos darle a este tipo de uso de “aprender que” el nombre de uso
de descubrimiento, en contraste con el uso magisterial, por el cual la
expresión se refiere (sin comprometernos) a lo que las personas llegan a creer
como consecuencia de su educación escolar. La existencia del uso magisterial es
suficiente para mostrar que una atribución de aprender que no nos compromete, en
general, con la afirmaci´on implícita. Esto, como vimos antes, es suficiente para
impedir la generalización de que lo que X ha aprendido lo ha llegado a conocer,
ya que solo permite la generalización más débil que dice que lo que X ha
aprendido, lo ha llegado a creer. Esto nos indica la razón por la cual el uso
descubridor de aprender que parece implicar conocer que en el sentido fuerte.
Consideremos de nuevo a nuestros reporteros que, tras largas investigaciones,
se enteraron (se encontraron con) que las negociaciones se habían llevado a
cabo tres semanas antes de que el acuerdo se anunciara públicamente.
La
pregunta “Aceptamos que se enteraron, pero ¿realmente lo conocıan?” no se nos
presenta de inmediato como adecuada o natural. Parece que aquellos educadores
que acentúan los llamados métodos de descubrimiento o de solución de problemas
en la enseñanza, operan de hecho en el supuesto general de que tales métodos
dan como resultado un conocimiento firme.
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