lunes, 21 de julio de 2014

EL SUJETO Y EL PODER - MICHEL FOUCAULT



POR QUÉ ESTUDIAMOS EL PODER: LA CUESTIÓN DEL SUJETO.

El  propósito del autor no ha sido analizar el fenómeno del poder o elaborar los fundamentos de tal análisis, sino que ha sido elaborar una historia de los diferentes modos por los cuales los seres humanos se han convertido en sujetos. Ha lidiado con tres formas de objetivaciones, las cuales transforman a los seres humanos en sujetos.

  • El primero, el modo de investigación que trata de darse a sí mismo el estatus de ciencia, por ejemplo la objetivación del sujeto hablante en la Grammaire Générale, la filología y la lingüística.
  • En la segunda, los modos de objetivación a los que yo llamaría “prácticas divisorias”. El sujeto está dividido tanto en su interior como dividido de los otros. Este proceso lo objetiva. Los ejemplos son, el loco y el cuerdo; el enfermo y el sano, los criminales y los buenos chicos.
  • Finalmente,  los modos en que los seres humanos se transforman a sí mismos en sujetos. Por ejemplo, a través del dominio de la sexualidad: los hombres han aprendido a reconocerse a sí mismos como sujetos de la “sexualidad”.


Por lo tanto no es el poder sino el sujeto, el tema general de mi investigación.
Se considera necesario ampliar las dimensiones de la definición de poder, si se quisiera usar esta definición para estudiar la objetivación del sujeto.
Desde el momento en que una teoría presupone una objetivación dada no puede ser tomada como la base de un trabajo analítico. Pero este trabajo analítico no puede proceder sin una conceptualización permanente, la cual, implica un pensamiento crítico, una revisión constante.

  • Primera  revisión: necesidades conceptuales. La conceptualización no puede fundarse en una teoría del objeto. Se deben conocer las condiciones históricas que motivan la conceptualización.
  • Segunda revisión: el tipo de realidad con la que se trata.


Es necesaria una conciencia histórica de nuestras circunstancias actuales.
Necesidad de una nueva economía de las relaciones de poder.
Relación evidente entre racionalización y exceso de poder político. ¿Qué hacer? Podría resultar inteligente no considerar como un todo la racionalización de la sociedad o de la cultura, sino analizar ese proceso de diversos campos, cada uno en referencia con una experiencia fundamental: la locura, la enfermedad, la muerte y otras semejantes.
Hay otra forma de llegar a una nueva economía de las relaciones de poder, esta consiste en tomar las formas de resistencia contra diferentes tipos de poder en su momento inicial. Antes de analizar el poder desde el punto de vista de su racionalidad interna, consiste en analizar las relaciones de poder a través de un antagonismo de estrategias. No es suficiente decir que se trata de luchas antiautoritarias; se debe tratar de definir más precisamente lo que tienen en común:

  •   Son luchas transversales; es decir, no están limitadas a un país.
  •  El objeto de estas luchas son los efectos de poder como tales.
  •  Son luchas inmediatas por dos razones. En estas luchas, la gente critica instancias de poder que están cerradas para ellos, las cuales ejercen su acción sobre los individuos.
  •  Son luchas que cuestionan el status del individuo: por un lado, afirman el derecho a ser diferente; por otro, fuerzan al individuo a volver sobre sí mismo y lo atan a su propia identidad de forma constrictiva.
  •   Se lucha contra los privilegios del saber, pero también contra el secreto, la deformación y la mistificación.
  • Todas estas luchas giran en torno a una cuestión: ¿quiénes somos? Son un rechazo de las abstracciones

El objetivo principal de estas luchas es atacar no tanto a aquella institución de poder, grupo, sino más bien una técnica, una forma de poder.
Esta forma de poder se aplica a la vida cotidiana que categoriza al individuo, le asigna su propia individualidad. Es una forma de poder que hace sujetos individuales.
Hay tres tipos de luchas: contra la forma de dominación contra las formas de explotación que separan al individuo de lo que produce; y una tercera contra lo que liga al individuo a sí mismo y lo somete a otros en esta forma: lucha contra la sujeción, contra formas de subjetividad y sumisión.  
Es cierto que los mecanismos de sujeción no pueden ser estudiados fuera de su relación con los mecanismos de explotación y dominación. Pero éstos no constituyen la instancia terminal de mecanismos más fundamentales. Mantienen relaciones complejas y circulares con las otras formas. La razón de que este tipo de lucha tienda a prevalecer en nuestra sociedad se debe al hecho de que desde el siglo XVI, se ha desarrollado continuamente una nueva forma de poder: el Estado. Éste es una forma de poder a la vez totalizadora e individualizadora. Esto se debe al hecho de que los modernos Estados occidentales han integrado una vieja técnica de poder originada en las instituciones cristianas, el poder pastoral. Características del poder pastoral:

  • Es una forma de poder cuyo objetivo último es asegurar la salvación individual en el más allá.
  • El poder pastoral no es tan sólo una forma de poder que dirige; se debe estar preparado para sacrificarse a él por la vida y la salvación del rebaño.
  • Es una forma de poder que se presenta ante cada individuo particular, durante toda su vida.
  • Esta forma de poder no puede ser ejercida sin conocer el interior de la mente de las personas, sin explorar sus almas; implica un conocimiento de la conciencia y una habilidad para dirigirla.

¿Cómo se ejerce el poder?

En el sentido de ¿por qué medios se ejerce? Y ¿Qué ocurre cuando un individuo ejerce (como dicen) poder sobre otros?
En la medida en que este poder se involucra con las cosas, es necesario distinguir el que se ejerce sobre ellas y otorga la facultad para modificarlas, usarlas, etc., un poder que reposa sobre actitudes directamente inherentes al cuerpo o subyacente en instrumentos externos. Es necesario distinguir las relaciones de poder de las relaciones de comunicación que transmiten información por medio de un lenguaje, un sistema de signos o cualquier otro medio simbólico. Las relaciones de poder, las relaciones de comunicación y las capacidades no deberían confundirse. Es una cuestión de tres tipos de relaciones que de hecho siempre se superponen el uno sobre el otro.
La coordinación entre estos tipos de relaciones no es uniforme ni constante. Pero hay también bloques en los cuales la adaptación de las habilidades, los recursos de comunicación y las relaciones de poder constituyen sistemas regulados y concertados. Estos bloques constituyen disciplinas. El análisis empírico de ciertas disciplinas presenta interés. Las disciplinas muestran la manera en que los sistemas de finalidad objetiva y los sistemas de comunicación y poder pueden soldarse entre sí.

¿Qué es lo que constituye la naturaleza específica del poder?

El ejercicio del poder no es solamente una relación entre partes, individuales o colectivas: es una manera en que ciertas acciones modifican otras. El poder existe solamente cuando se pone en acción. El poder no es una función del consenso. Lo que define las relaciones de poder es un modo de acción que no actúa directa e inmediatamente sobre los otros. En cambio, actúa sobre sus acciones. Aunque el consenso o la violencia son los instrumentos o los resultados, ninguno de ellos constituye el principio o la naturaleza básica del poder. El ejercicio del poder consiste en guiar las posibilidades de conducta y disponerlas con el propósito de obtener posibles resultados. Básicamente, es menos una confrontación entre dos adversarios que una cuestión de gobierno. “gobierno” no se refiere sólo a estructuras políticas o a la dirección de los estados; más bien designa la forma en que podría dirigirse la conducta de los individuos o de los grupos: el gobierno de los niños, de las almas, etc. Gobernar, en este sentido, es estructurar un campo posible de acción de los otros.

¿Cómo se analizan las relaciones de poder?

Uno puede analizar ese tipo de relaciones enfocando con cuidado instituciones definidas. Sin embargo, el análisis de las relaciones de poder, tal como se las puede encontrar en ciertas instituciones, presenta cierto número de problemas.
El análisis de las relaciones de poder hace necesario establecer cierto número de puntos:

  • El sistema de diferenciaciones que permite actuar sobre las acciones de los otros; diferenciaciones determinadas por la ley o por tradiciones de estatus y de privilegio.
  • Los tipos de objetivos perseguidos por aquellos que actúan sobre las acciones de los otros.
  • Los medios por los cuales se crean relaciones de poder
  • Las formas de institucionalización: pueden ser una mezcla de predisposiciones tradicionales, estructuras legales, fenómenos relativos a las costumbres o a la moda, etc.
  •  Los grados de racionalización

Relaciones de poder y relaciones de estrategia

Cada relación de poder implica una estrategia de lucha, en que dos fuerzas no se sobrepujan, no pierden su naturaleza específica, o no terminan confundidas entre sí. Cada una de ellas constituye para la otra una especie de límite permanente, un posible punto de inflexión. Cada estrategia de confrontación sueña con convertirse en una relación de poder, y cada relación de poder se inclina hacia la idea de que, si sigue su propia línea de desarrollo y surge de la confrontación directa, esto puede convertirse en la estrategia triunfadora. Entre una estrategia de poder y una estrategia de lucha existe una solicitud reciproca, un vínculo perpetuo y una perpetua inflexión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario