La Comisión de Celebración del 450º Aniversario de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, preocupada por la problemática de la
educación superior en el país, organizó el foro
La Universidad en el Perú. Este simposio sobre educación
superior se realizó en el Centro Cultural de la UNMSM los últimos días del mes
de noviembre del año 2001. Se pensó como un espacio de reflexión acerca del porqué
de la universidad y de cómo hacer que nuestras metas se vuelvan realizables.
El foro intentó dar posibles respuestas tanto a la
problemática sanmarquina como a la del resto de las universidades del sistema
nacional. En el caso concreto de San Marcos, especialmente, se ofreció
múltiples criterios para definir líneas estratégicas en un régimen de gobernabilidad
democrática.
La vida universitaria se basa en actitudes de excelencia
que, por su naturaleza, rebasan las exigencias puramente económicas y los
objetivos empresariales. Contamos como sus funciones básicas las siguientes:
1. Fomentar la formación de una intelectualidad creativa
cuya función es la investigación en las diversas áreas del saber. Es la depositaria
de las diversas tradiciones humanas que datan de varios miles de años. Su
función es hacer la gestión del liderazgo político, social, cultural y
tecnológico del país.
2. El sector intelectual también cumple con la otra gran
función de la universidad: la de la enseñanza y la capacitación. Mediante ella
se preservan y transmiten las tradiciones, conocimientos y las actitudes
creativas a las próximas generaciones.
3. La universidad cumple un papel preponderante en el
proceso de socialización de la juventud estudiantil.
No debemos olvidar que la universidad siempre ha sido un
espacio de discusión y, por lo tanto, de crítica a la autoridad sobre la base
de fundamentos teóricos y de la canalización adecuada de los recursos para el
cambio social consensuado.
Para que todo esto funcione se hace necesaria la
combinación entre la autonomía universitaria y la capacidad de imaginar
posibles escenarios políticos y socioculturales.
Los retos de la universidad en los albores del siglo XXI
Desde la segunda mitad del siglo XX la universidad
peruana, al igual que la del resto del mundo, se ha enfrentado con grandes
retos:
1. La democratización de la sociedad lleva a una mayor
demanda por educación superior. El reto reside en lograr la excelencia académica
con una mayor población estudiantil y en parte sin ninguna tradición
intelectual. Por ello, es necesario tener en claro que se requiere democratizar
hacia arriba y no hacia abajo.
La demanda por educación en circunstancias políticas y
socioeconómicas determinadas trajo consigo la proliferación de centros de estudios
superiores. Desde los años 60, en el Perú se ha creado un gran número de
universidades. Ello ha generado serios problemas:
a. La pérdida de un verdadero espacio público. Se ha
fragmentado el espacio. Las diferencias socioeconómicas, así como de calidad de
educación, se notan entre las universidades privadas y públicas.
b. No existe un control de calidad de la enseñanza. En
muchos casos se juega con la esperanza de la juventud universitaria creando falsas
expectativas que terminan en frustraciones severas y complejos.
c. No se tiene una concepción clara de un sistema
universitario nacional. Un sistema universitario tiene como misión crear una coherencia
en la diversidad de universidades del país. Fomenta un sistema de calidad a
través de una cultura de la evaluación.
2. El costo de la educación superior ha subido enormemente
en las últimas décadas. Si mantenemos la idea de la gratuidad de la enseñanza,
consubstancial a la tesis de la educación como un “derecho humano”, es posible
que, en las actuales circunstancias de la vida económica de la nación, se nos
imponga la obligación de pensar –y la universidad está para ello– en formas
inéditas de solucionar esta exigencia básica.
3. Los cambios tecnológicos fomentan demandas por
capacitación e inversión. Es sumamente peligroso ver cómo cada día las diferencias
entre los conocimientos pasados y adquiridos pueden ensancharse, con el
consiguiente costo que esto presupone. Ya no hay carreras “baratas”.
4. Una universidad sólidamente constituida sobre la base
del trabajo intelectual de excelencia, con una vocación de formación estructurada
en concierto con los protagonistas de ese trabajo, el profesor y el alumno, y
provista de todos los instrumentos que apoyan el ejercicio óptimo del trabajo
académico, estará preparada para soportar la demanda constantemente creciente
de formación continua.
5. Es un gran peligro la concentración de las grandes
universidades en Lima. Sin embargo, son pocas las universidades de provincias
que responden con éxito, al estilo de San Agustín de Arequipa o la de Chiclayo.
I. La naturaleza de la universidad en los inicios del
siglo XXI
En la primera mesa se trató de definir la misión de la
universidad. Para el filósofo Jorge Secada, la esencia de la universidad no ha variado
con el tiempo. Es una creación humana cuyo fin es educar, crear conocimiento y
ser un espacio de socialización. No existe tensión entre la función de educar y
la de crear; más bien, ambos están en una constante retroalimentación. Secada aboga
por una comunidad universitaria autónoma que eduque a la persona en el sentido más
amplio de la palabra, le enseñe a pensar, a juzgar, a ser un ciudadano. Cree
firmemente en la creación de una nueva ley universitaria que apoye a la
universidad pública y privada, mas no a lo que él llama “la universidad
negocio”.
II. La gestión universitaria
En esta mesa de discusión se expusieron temas que son
importantes en la gestión universitaria, de acuerdo a la experiencia personal
de cada ponente. A pesar de la diferencia temática, la problemática se
complementa aunque no necesariamente las soluciones ofrecidas fueran de
consenso, como se notará al leer las preguntas y críticas a las ponencias.
III. El plan estratégico en el desarrollo universitario
En esta parte se discutió sobre la metodología de un plan
estratégico participativo, sus limitaciones y dificultades. Cecilia Thorne, directora
académica de planeamiento y evaluación de la Pontificia Universidad Católica
del Perú, de modo ilustrativo, explica en su ponencia el método para lograr un
plan estratégico participativo a través de su experiencia en la PUCP. De manera
ágil y sencilla nos muestra los pasos para lograr el éxito en la elaboración e
implementación de un planeamiento estratégico.
IV. La universidad en la sociedad
El vínculo de la universidad con la sociedad, la imagen
que de ella se construye fuera y dentro de la sociedad, y los graves problemas
de autoestima fueron abordados por los ponentes de esta mesa.
Thomas Holloway, director del Instituto Hemisférico de
las Américas y profesor de historia en la Universidad de California en Davis, ofrece
una primera perspectiva. Grafica de modo interesante la historia de la
universidad norteamericana para explicar cómo el centro que dirige se inserta
en la tradición norteamericana y logra legitimidad, con lo cual puede obtener
fondos que permiten desarrollar con más eficiencia sus objetivos.
V. El sistema universitario nacional
Los ponentes, así como los participantes del foro,
consideraron que era urgente diseñar un sistema universitario nacional
coherente y eficiente. El decano de la Facultad de Medicina de la UNMSM, Fausto
Garmendia, nos llama la atención de la expansión de la universidad peruana y de
los peligros que un fenómeno como ése conlleva.
Según Garmendia se trata de un crecimiento sin control de
calidad y sin visión de las demandas reales de la sociedad. En otros países latinoamericanos
con un proceso de crecimiento similar se ha fomentado una cultura de la
autoevaluación como control de calidad de la educación superior.
VI. La universidad, la sociedad civil y la empresa
En la última mesa se discutió acerca de los vínculos de
la universidad con la empresa y la sociedad civil, en especial sobre la función
de la investigación y los programas concretos. Saturnino de la Plaza, rector de
la Universidad Politécnica de Madrid, nos narra cómo la investigación
científica ha aumentado dramáticamente en España sin que ello se refleje
necesariamente en el desarrollo del país.
Víctor Peña, presidente del Consejo Superior de
Investigaciones de la UNMSM, nos advierte de la pobre inversión en ciencia y
tecnología para el desarrollo en las instituciones peruanas. Se requiere ante todo
invertir en la capacitación con proyectos interesantes de Investigación
Científica y Desarrollo Experimental. Es prioritario que el país realice dicha
inversión en la que participen el Estado, la empresa y las instituciones del
país, sobre todo la universidad, en momentos donde imperan los cambios constantes
del conocimiento humano.
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